El agua limpia y potable es crucial para nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, no todas las fuentes de agua son aptas para el consumo. Aquí es donde las plantas de tratamiento de agua desempeñan un papel vital. En esta entrada del blog, examinaremos el funcionamiento interno de las plantas de tratamiento de agua y profundizaremos en el proceso de tratamiento del agua.

Recogida y cribado del agua sin procesar: El primer paso en el proceso de tratamiento del agua es la recogida y selección del agua para ser procesada. El agua cruda puede proceder de fuentes naturales como lagos, arroyos y ríos, o de pozos subterráneos. Durante esta etapa, se eliminan los residuos de gran tamaño, como palos, hojas y ramas, mediante el proceso de recogida y cribado.

Coagulación y floculación: La siguiente fase del tratamiento del agua es la coagulación y floculación. Se introducen sustancias químicas en el agua para atraer y aglutinar las partículas diminutas que pueda haber. Estas partículas aglutinadas forman grumos llamados flóculos, que se depositan en el fondo del tanque de tratamiento.

Sedimentación: Tras la formación del flóculo, el agua se deja reposar tranquilamente en un tanque, lo que facilita la sedimentación del flóculo en el fondo. Este proceso, conocido como sedimentación, separa eficazmente las partículas más pesadas del agua, dando como resultado un agua más transparente que puede extraerse por la parte superior del tanque.

Filtración: La siguiente etapa del proceso de tratamiento del agua es la filtración. Durante esta etapa, el agua pasa a través de una serie de filtros que eliminan cualquier partícula restante no eliminada mediante sedimentación. Como medio filtrante se pueden utilizar diversos materiales, como arena, grava y carbón activado.

Desinfección: Antes de su distribución, el agua se somete a una última etapa de desinfección. En esta etapa, las bacterias, virus y parásitos nocivos restantes se eliminan o se hacen inofensivos. El método de desinfección más empleado en el tratamiento del agua es el cloro.

Al comprender las intrincadas etapas que intervienen en el proceso de tratamiento del agua, garantizamos un suministro seguro y fiable de agua limpia para el consumo y el bienestar general.